Te comparto algunos capítulos esenciales de mi camino…

• Con tan sólo 18 años tuve un accidente de coche que me paralizó durante un año. A raíz de ese accidente, decidí renunciar al futuro que había «ideado» como bailarina. Aquí entendí cómo el cuerpo puede ser una cárcel.
  
• Así que me enfoqué a mi otra gran pasión y me acerqué al mundo del teatro, donde me formé y experimenté como actriz profesional.
  
• A raíz de mi accidente, entré un periodo de sombra profunda donde transité trastornos de alimentación, sentía un vació inmenso en mí que no se llenaba nunca. Ahí sentí mi primer llamado a India…
  
• Con 23 años emprendo mi primer viaje a India con un ticket abierto para un año. Fui a formarme en las danzas sagradas de India (en busca de la raíz del flamenco).
  
• Con 24 me enamoré en India del padre de mi hija, que ama India y vivía allí. Así que empieza mi aventura en India que ha durado 15 años.
  
• India ha sido mi gran maestra de vida. Aprendí y desaprendí. (Si has estado allí, sabes de que te hablo). Sané y pude conectar con mi misión de vida que era traer la Danza a las mujeres desde un lugar sagrado y de consciencia para su empoderamiento. Ahí nació mi primer proyecto: Flamenco sagrado®, danza terapia a través de los chakras a ritmo flamenco.
  

• El nacimiento de mi hija fue el mayor acto de amor y creatividad. Una bendición que me enfocó a profundizar en todo lo que significa SER mujer. Así que empezaron mis formaciones en Tantra, meditaciones, danza terapia, sexualidad sagrada, terapia menstrual, coach…
• En el 2012 doy a luz: Danza Útera® una técnica viva que sigue en constante evolución y crecimiento, alineada a mi SER y servicio.
• En los últimos años, empecé un trabajo interno y externo sobre la abundancia, manifestación… un viaje de desprogramación y reconocimiento en mi camino como emprendedora de una manera equilibrada y coherente al nuevo paradigma. Crecí sin referentes en mi linaje femenino, un linaje lleno de mujeres con el don del arte, la sanación… y otros dones que no los pudieron poner al servicio.
• En 2019 la muerte de una amiga muy cercana y meses después la de mi hermano mayor Marc me llevaron a un duelo profundo y desgarrador que al final trajo mucha consciencia y belleza en mi camino de vida.
• Agradezco a todas mis maestras y maestros de vida que me han acompañado. A mi familia. Mi hija amada. A mis amigas y tribu que me sostiene creando vínculos sanos y de amor. A todas las mujeres que acompaño y ya han pasado por Danza Útera®, por las que siguen expandiendo su esencia y dones al mundo.

Honrar y agradecer nuestro camino, aunque duela o cueste, es un gran acto de amor hacia ti y la vida.